lunes, 25 de octubre de 2010

Plumas de seda, ojos de fuego, garras de acero... el Azor

Durante mis largos paseos por los montes y praderas de Goyaz en mi juventud, siempre imagine la compañía de una rapaz en mi puño. Paseos que descubrían infinidad de seres que sin lugar a dudas se convertían en presas de mi rapaz en la febril imaginación de un chico que a modo de novelas caballerescas leía una y otra vez los lances de caza de sus manuales de cetrería.

Arrendajos, mirlos, zorzales, alguna tórtola e incluso las siempre emparejadas cornejas protagonizaban los lances mas alucinantes que un cetrero podía imaginar en los bosques y las pendientes de los lugares que yo visitaba. Y de vez en cuando descubría yo al Gavilán, mi anhelo, mi sueño, volando rauda intentando que nadie la descubriera en su vuelo o quizá hasta el mismísimo Azor que solo lograba seguir con mi vista durante unos pocos segundos antes de desaparecer en la foresta.

A los años y después de un camino difícil y tortuoso siempre acompañado por mi hermano llegamos a experimentar muchas cosas con nuestro Azor (Akus) y nuestra gavilana (Alba). Y pudimos sentir por fin como cualquiera de los dos capturaba nuestro guante volando en el campo con la mirada fija en la carne que guardábamos entre nuestros dedos a modo de recompensa.

El Dr Félix Rodríguez de la Fuente nos enseñó el camino para llegar a vivir experiencias tan increíbles como esa… y hoy de nuevo de su mano os acerco en formato de audio una historia que él vivió en primera persona con un hermoso Azor llamado Tundra. Nunca dejaré de asombrarme por el hecho de que las personas pasemos una y otra vez por las mismas experiencias cada vez que recorremos el mismo camino. Es mágica la sensación que a uno le embarga cuando escucha de viva voz y contado por otra persona un suceso que uno mismo ha vivido cientos de veces… o no recuerdas hermano cuantas veces decían todos… “¿Cómo pensáis que un pájaro de “esos” estando libre en el campo os va a volver al puño?, desde luego de sueños también se vive…”

Y los sueños a veces… se hacen realidad.

Dedicado a Akus y a Alba por todo lo bueno que nos dieron… a cambio de nada…

Iñaki.

Aquí podéis escuchar este testimonio INCREIBLE de Félix Rodríguez de la Fuente,  SOLO a él y a la SANTA paciencia de nuestra Madre le damos las gracias por llegar hasta donde hemos llegado.

 Tundra, el azor, en 'La aventura de la vida'

sábado, 9 de octubre de 2010

El Águila Calzada

Muchas veces he visto al Águila Calzada sobrevolar mis campos de Goyaz a baja altura. Las alas extendidas y delgadass, las plumas digitales apretadas, su vuelo infinitamente más veloz que el conocido Ratonero. Esta es una verdadera águila. Una verdadera fiera alada. En mis finales de primavera y mis veranos la visión de aquel prodigio de la naturaleza era algo que muchas mañanas y pocas tardes me ofrecia mi campo.



De fase clara, cabeza saliente y plumas negras el águila calzada imponia su ley allá donde su viuelo le llevara. Quizá ese era su secreto para atraerme tanto. El poder y el miedo que producia a todos y cada uno de los seres que compartían en esos momentos mis desvelos, evidentemente yo para espiar al águila y ellos para escapar de su alcance. Durante muchos dias y meses e incluso años la calzada me regaló vuelos increibles, picados intensos y emociones fascinantes que como siempre terminaban en mi mente mezclados con la imaginación de poseer una de estas armas terribles adornando mi puño en cualquier mañana de un mes de verano.

Desde aquel extraño dia en el que mirando una guia de campo de rapaces descubrí que aquel ave, que me parecia mucho más estilizada y clara que un Ratonero, se llamaba Águila Calzada nada volvió a ser igual. Entonces descubrí un ave misteriosa, atrayente con un dominio del vuelo y una capacidad de generar desasosiego en sus presas que solo con el gavilán, el azor o el halcón peregrino habia visto yo algo parecido.

Pronto descubrí que me encontraba delante de un ser increible, capaz de crear en mi sentimientos y sensaciones como nunca habia sentido. Hoy en dia, cada vez que la descubro colgada en el cielo como si se tratara de uno de los testigos más fascinantes de que la naturaleza en plena esencia vuelve a retomar lo que un dia ya fue suyo, sigo emocionandome como aquel dia, lejano ya en el que de repente y casi sin darme cuenta me cautivó y me enamoró para siempre.

Por eso título mi blog con su nombre, porque en realidad ella resume todo cuanto yo busco y enciuentro en la naturaleza, en lo salvaje, en lo auténtico.

Iñaki.


Video sobre el águila calzada: http://www.youtube.com/watch?v=fptGDSIZlEc